Un lugar privilegiado, bajo las cuatro torres. Una marca buscando un determinado resultado formal, vinculado a su imagen corporativa La diagonal como recurso arquitectónico y como solución estructural, para una piel llamativa, bajo la que el equipamiento se resuelve, por el contrario, de forma elegante, modulada, cartesiana y sutil.
La geometría quebrada, tanto de la cubierta, como del sistema de diagonales estructurales, se convierte en protagonista de las dos piezas depositadas sobre el pavimento de la plaza pública entre las torres intermedias. La estructura de perfiles tubulares cuadrados recoge los planos de chapa microperforada, que, a modo de velo, permiten controlar la privacidad, a la vez que, por la noche, servir de atractivo reclamo. Al mismo tiempo, dichos elementos superficiales actúan a modo de rigidización adicional del sistema estructural.
