Palma Kids en Paterna

Tres pórticos longitudinales. Sobre ellos, apoya un sistema de vigas secundarias prefabricadas. Como si de una construcción infantil de bloques de madera se tratara, la estructura se levanta de forma sutil, permitiendo convivir el hormigón armado visto con la calidez de la madera en interiores.

La cubierta, accesible, se convierte en el plano protagonista, al aprovechar el desnivel de la parcela, para ubicar el programa principal bajo la misma, permitiendo aislar a los niños de un entorno poco atractivo. Los patios, los lucernarios y las vistas acotadas al exterior, permiten que los niños entren en un mundo controlado y protegido. La estructura, como explicación racional que sirve de apoyo a la arquitectura, se muestra en este caso, casi como experiencia didáctica para los pequeños.

La dificultad de prefabricar las vigas secundarias, que en dos vanos de gran luz debían responder con continuidad, se convirtió en la apuesta estructural a resolver.