Fotografía
Un edificio a modo de puente, cubriendo la Plaza del Mercado. La ciudad se desliza bajo el edificio y, a cobijo de su sombra, reformula el mercado. Aprovechando el gesto estructural, el proyecto ofrece una nueva plaza, elevada, para uso y disfrute de la población. Por debajo, la intervención también enriquece al municipio con dos niveles de sótano aparcamiento.
Lo que formalmente se materializa como dos pescantes opuestos y de diferente altura, esconde en realidad un sencillo edificio puente de 35m de luz, resuelto con vigas en celosías metálica, correas y forjado de chapa colaborante, que en sus extremos se apoyan en grandes pantallas de hormigón armado, descendientes hacia los sótanos, conduciendo todo el peso del edificio en solo 8 puntos de apoyo.
Las celosías, de 1.75m de canto, se enlazan entre sí para resolver la inestabilidad lateral en el pórtico transversal, sobre el que se apean los soportes del nivel superior. En los extremos, las pantallas de hormigón armado, junto con forjados de losa maciza, configuran sendos núcleos rígidos para recibir las cargas verticales y horizontales.