Un gran plano liviano en voladizo como reto estructural del proyecto. Éste configura un espacio cubierto, donde la diafanidad es el objetivo del diseño arquitectónico, eliminando los límites del espacio interior buscando la máxima esbeltez en los elementos verticales de apoyo.
Éste plano materializado en hormigón visto, proporciona cobijo a la zona de día, extendiéndose más allá del cerramiento transparente formado por la carpintería formando voladizos de entre 1,5 y 2,5m hacia el espacio exterior de la parcela. Llegando al punto máximo en la esquina situada sobre la piscina a los 5,80m desde el primer apoyo interior, liberando la esquina de elementos estructurales verticales. Éstos vuelos son compensados con unas grandes luces en el vano interior, permitiendo una mayor flexibilidad al espacio reservado para la zona de día de la vivienda.
La cubierta, afina sus bordes perimetrales al límite, llegando a un encintado perimetral de tan sólo 15cm, reforzando el concepto de plano ligero, casi flotante, situado sobre el espacio de la vivienda.
En el extremo opuesto a la piscina se ubica la zona de noche, recogida en un volumen pétreo que la envuelve y que, garantiza los niveles óptimos de intimidad. Este cerramiento se abre, aportando a los dormitorios unas vistas controladas, enmarcadas por aleros abocinados para acabar en un encuentro en arista, en busca de la máxima ligereza al elemento estructural.